En estas fechas tan especiales, todos nos permitimos el lujo de hacer excepciones y excedernos, comiendo y bebiendo más de lo normal. Este post también es una excepción ya que no hablamos solo de un ‘desayunosano’.
Junto con los adornos, los regalos y el ambiente festivo, los dulces navideños son los auténticos protagonistas en diciembre. Dulces irresistibles como los turrones, mazapanes, polvorones, mantecados o roscones que, además de ricos y sabrosos, se pueden disfrutar como merienda o postre.
Sin embargo, aunque la tentación abunde, debemos consumirlos con moderación si no queremos llegar a enero con algunos quilitos de más, por su alto contenido en azúcares.
Una vez que pasaron las fiestas, la frase “Me pongo a dieta” es la que más vamos a repetir. Este es uno de los propósitos que más se repite al empezar el año, tras los excesos de las comidas navideñas y la acumulación de algún kilito de más.
Si el objetivo de adelgazar está en tu lista de pendientes para el año que comienza, recuerda que “dieta” implica básicamente aprender a comer mejor, de forma más sana y saludable. Para perder peso es más efectivo marcarte un objetivo a largo plazo, cuidando tu alimentación y comiendo sano todo el año, con alimentos naturales, nutritivos y más equilibrados. De esta forma, conseguirás eliminar el exceso de peso y te sentirás mucho mejor por dentro y por fuera.
Ten en cuenta que las dietas exprés nunca funcionan pero si quieres empezar el año con buen pie y desintoxicarte de las saturaciones navideñas, es aconsejable realizar un DESAYUNO DEPURATIVO que limpie el organismo y te ayude a compensar el exceso de calorías y toxinas. Otra manera de depurarte puede ser mediante un ayuno depurativo, aunque no lo aconsejamos a menos que lo hagas eventualmente, después de días excepcionales donde hayas comido en exceso.
Algunos alimentos que puedes incluir en tu desayuno depurativo son:
- Frutas, crudas o zumo natural. Por su efecto diurético y su alto contenido en fibra, que favorece el tránsito intestinal.
- Lácteos, como el queso fresco, leche o yogur. Mejor desnatados. Su acción bacteriana ayuda a equilibrar la flora intestinal.
- Cereales y pan integral. Son proveedores de energía y muy ricos en fibra y nutrientes.
En general, apuesta por alimentos ricos en nutrientes, naturales o ecológicos, y con alto contenido en fibra. Elimina las grasas saturadas y los productos con alto contenido en azúcares. Bebe mucha agua, idealmente entre 2 y 3 litros diarios y realiza ejercicio físico para estar en buena forma.
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