La miel es un complemento alimentario ideal para personas que necesitan energía extra, como niños, deportistas o personas mayores, por su dulzura, facilidad de digestión y propiedades nutritivas y curativas.
El color de la miel varía según la flor de la que las abejas extraen el néctar. Algunas flores producen mieles claras (azahar, acacia, romero) y otras más oscuras (tomillo, encina, eucalipto, brezo), ofreciendo una amplia variedad de colores, sabores, aromas y texturas.
Este alimento milenario, elaborado por abejas, es un concentrado de energía rico en hidratos de carbono y azúcares como glucosa y fructosa, siendo un ingrediente estrella en remedios caseros.
Para un desayuno saludable, la miel puede consumirse sola o acompañada de otros alimentos. Algunas opciones incluyen: rebanada de pan con aceite, queso y miel; tazón de cereales con leche y miel; yogur con frutos secos y miel; o añadir miel para endulzar fruta, zumos, infusiones y otras bebidas.
A pesar de su alto contenido calórico (unas 300 kcal por cada 100 gramos), disfrutar de un desayuno dulce con miel es un placer. Ten en cuenta que tienes todo el día para quemar esas calorías, así que ¡no te prives!


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